¿Quiénes somos?
El Escultismo es un movimiento educativo para la Infancia y la Juventud, autogobernado, independiente y apartidista, de carácter voluntario, y abierto a todos sin distinción de origen, nacionalidad, raza o creencia, de acuerdo con una finalidad y principios compartidos y un método propio. Su creación fue el resultado del éxito del libro “Scouting for boys” (1908) del inglés Robert S. Baden Powell, quien se convirtió en el máximo responsable del escultismo británico primero (1909) y mundial después (1920), cuando el movimiento extendió por todo el mundo.
Estamos presentes en todo el mundo. Más de 30 millones de personas, jóvenes y adultos, compartiendo un mismo sistema de valores y el deseo de construir un mundo mejor.
El Grupo Scout Edelweiss-X 213, fundado en 1975, es una Asociación Juvenil sin ánimo de lucro, aconfesional, que presta sus servicios a la infancia y la juventud, con sede en la ciudad de Valencia. Figura inscrita con el número 213, Grupo Scout de la Asociación de Scouts de España (ASDE), y la X es un recuerdo de cuando éramos el grupo “10” en AVDE.
¿Quieres saber la historia de nuestro grupo en concreto? Entra en el enlace a continuación:
Nuestras secciones
En nuestro grupo los chavales se dividen en diferentes secciones.
Secciones o Ramas es el nombre que reciben los diversos grupos de edad en el Escultismo. Ya que el Movimiento Scout abarca desde los 6 hasta los 21 años; es necesario dividirlo en grupos por edades ya que los intereses, los objetivos y la forma de trabajar, varían: nada tiene que ver la de un niño de 6 años con la de un adolescente de 15 años.
A continuación listamos nuestras secciones, puedes entrar en cada una de ellas para tener una información más detallada
Rovers
La última etapa de la educación scout es el Clan Rover formado por jóvenes de 17 a 21 años.
Scouters y Comité
Nunca es tarde para pertenecer a un Grupo Scout. En todas las secciones se cuenta con voluntarios y voluntarias, monitores/as de Tiempo Libre, educadores/as, médicos, transportistas, cocineros…
EL MÉTODO EDUCATIVO SCOUT SE BASA EN:
Educación en valores:
El joven establece libremente un compromiso personal ante sus compañeros, asumiendo una responsabilidad: social, personal, ética...
Con la ayuda de adultos:
La presencia de un adulto capacitado, que se incorpore a la vida del equipo proponiendo, revelando y ayudando a descubrir, facilita el diálogo y la cooperación, invitando al grupo a producir lo mejor de sí mismo.
Unos programas progresivos y atrayentes:
La presentación de técnicas atrayentes que se aprenden ejecutándolas, permite estimular el desarrollo de las aptitudes, motivar una futura vocación y colaborar en la formación de la persona, aportando la seguridad que implica el manejo de una destreza.
Aprender haciendo:
La educación por la acción. El aprendizaje se hace a través de la observación, la experimentación y la actividad personal, permitiendo a los participantes realizar acciones por sí mismos y adquirir experiencias personales. Se pone en práctica la educación por la acción mediante la aplicación de la metodología del proyecto: educación activa y empleo del juego como oportunidad óptima de experimentar, aventurar, imaginar, soñar, proyectar, crear y recrear la realidad
La asunción de responsabilidades:
La vivencia de la participación en diversas actividades, asumiendo responsabilidades consigo mismo y con el grupo, ayuda al establecimiento de un compromiso personal libremente aceptado, en el que se basa el éxito del equipo.
La variedad y los centros de interés:
A través de ellos, los jóvenes se relacionan con el mundo, descubren sus capacidades y las de los demás, el valor de la cooperación y el espíritu de equipo, descubriendo de un modo divertido lo que juntos pueden hacer.
La vida en pequeños grupos:
El pequeño grupo socializa, identifica a sus miembros con los objetivos de las actividades y permite profundizar en el conocimiento mutuo. Todo ello posibilita la participación, el aprendizaje y la asunción de responsabilidades. Así se crea un espacio educativo y de confianza en uno mismo privilegiado para crecer y desarrollarse.
La formación autogestionada:
El joven participa en su propio proceso de desarrollo, formando parte activa de las diferentes etapas en las que se determina el Programa Educativo Scout.
El contacto con la naturaleza:
El descubrimiento de la naturaleza estimula la creatividad, crea vínculos entre los miembros del grupo, favorece la comprensión de la vida en sociedad y permite valorar la vida sencilla y los ritmos naturales.