A finales de 1918, acabada ya la Primera Guerra Mundial, B-P dijo que se necesitaban dos terrenos: uno, donde los scouts de Londres fuesen a acampar sin largos y costosos viajes y un segundo terreno donde pudiese establecer un centro de formación para dirigentes scouts. Súbitamente, ambos sueños se volvieron realidad y justamente en el mismo terreno: Gilwell Park, a unas veinte millas de Londres. Francis Morgan, que por aquel entonces era Comisario Nacional, nos contó como paso todo: Un día, cuando andaba por los pasillos de la sede nacional, encontró un hombre de aspecto prospero y le pregunte con educación si podía ayudarle. Dijo que quería hacer algo por el Movimiento Scout. Lo lleve entonces a mi oficina y nos sentamos para conversar sobre el asunto. Descubrí entonces que su hacer algo por el movimiento – debía ser de la naturaleza de algunos miles de libras. A esa altura de la conversación, le contó que es lo que estaba en la mente de B-P y la idea de gusto. Volvió mas tarde para hablar con B-P y todo quedo acordado. Se trataba de William deBois MacLaren, un hombre de negocios escocés magnate del caucho, con contactos en Londres. Comenzó entonces la búsqueda de un terreno adecuado. Se nombro un pequeño comité dirigido por Sir Percy Everett que se puso inmediatamente manos a la obra. El comité visito varias propiedades sugeridas por agentes de ventas pero sin éxito. Un día, un joven ayudante de jefe de tropa menciono a uno de los miembros del comité una propiedad que el conocía por ir allí habitualmente a observar pájaros. Dicha propiedad se llamaba Gilwell. Con gran entusiasmo, dos miembros del comité saltaron a una motocicleta y fueron hasta allí. Era el día 8 de marzo de 1919. Se notaba que la propiedad estaba descuidada desde hacia mucho tiempo. Con bastante dificultad consiguieron leer el nombre del agente de ventas escrito en un panel ya muy deteriorado. Mas tarde todo el comité visito la propiedad, que impresiono favorablemente a sus miembros. B.-P. (que se encontraba en Estados Unidos) y MacLaren fueron informados de inmediato de que era un terreno admirable para el fin que tenían en mente. La compra de la propiedad fue efectuada y para perpetuar la memoria del generoso donante, un pequeño pedazo de tartan MacLaren fue colocado en el pañuelo Gilwell. Es triste hacer notar que MacLaren no vivió el tiempo suficiente para poder apreciar el resultado global de su maravilloso ofrecimiento porque falleció en 1921. A lo largo de los años fueron adquiridas propiedades adyacentes para satisfacer las necesidades de crecimiento del parque. B.-P. pudo iniciar los cursos de formación que los dirigentes scouts tanto necesitaban. Atraídos por los cursos llegaron al centro mundial de formación dirigentes scouts de ciento doce países. Cuando se comprobó que era imposible que Gilwell formara a los dirigentes scouts de todo el mundo, el parque dejo de ser el centro mundial de formación y descentralizo su acción por todo el mundo. Hoy en día donde hay un Campo Escuela hay un poco de Gilwell.