olimpia_afiche

El primero de estos magnos acontecimientos internacionales tuvo lugar en Inglaterra, a finales del mes de julio y primeros de agosto de 1920.
Cómo surgió la idea de reunir a tantos y tantos muchachos de diferentes naciones, ideologías, color y credo, no fue cosa fácil, pero tampoco fue muy difícil.
Se acentúa que en las reuniones del Comité de organización de este Jamboree, BP pasó a Hubert S. Martin – amigo íntimo de BP, que más tarde se convertiría en Comisario Internacional – una hoja de papel escrita en la que se podía leer lo siguiente: “Martin, ¿no crees que sería una buena idea invitar algunos scouts extranjeros a nuestro Jamboree?”. “Algunos” scouts extranjeros… ciertamente el fundador del escultismo tenía un gran sentido del humor.
Martin envió las invitaciones, pensando que vendrían a lo sumo algunas docenas de extranjeros. Todas las invitaciones fueron aceptadas, de tal manera, que estuvieron representadas 32 naciones y hablando 18 lenguas diferentes.
Los problemas que se planteaban sólo habían empezado, la organización de un campamento mundial de tal envergadura y por primera vez en la historia era verdaderamente todo un reto que había que afrontar; ¿dónde meterían a los 8.000 scouts inscritos a la reunión mundial? La respuesta estaba en Olympia, en Londres, un gran edificio con techo de cristal que cubría seis acres y usado para exhibiciones espectaculares. ¿Dónde dormirían?, cerca de Olympia no existen terrenos de acampada, por lo cual se tuvo que gestionar los permisos adecuados para usar el Old Deer Park en Richmond, donde se dispuso un campo para recibir a los scouts de todo el mundo.

1920-wj1-dress-rehearsal

El primer Jamboree que se celebró no tenía ni el más mínimo parecido en cuanto a infraestructura propia de campamento con los actuales que se celebran.

El Jamboree fue más una exhibición y una función que una acampada.
La pista del teatro Olympia fue utilizada como arena de exhibiciones; se pintó un gran escenario mostrando una costa rocosa con un barco anclado y a la derecha un bosque con cabañas y otras estructuras para las exhibiciones. El suelo tuvo que ser recubierto con tierra para las competiciones, levantar las tiendas y demás actividades.
Y así comenzó todo.
Reunidos en Londres exploradores de todo el mundo se dirigió el esfuerzo en el sentido de que cada país presentara una demostración de su modo de entender y practicar el escultismo. Los espectáculos y manifestaciones demostrativas de carácter de cada nación, fueron interesantes, sin duda, considerando el Congreso como espectáculo para el público. Así, danzas griegas, juegos indios, canciones escandinavas, música popular española, costumbres africanas y la exótica indumentaria de diversas razas humanas congregadas hicieron las alegrías de grandes y chicos.
Hubo también series de competiciones deportivas, incluyendo tracción de cuerda, carrera de carros con obstáculos, saltos de longitud y de altura, y carreras de relevos.

olimpia

Igualmente existió una gran exposición de trabajos manuales, trabajos en metal, confecciones de carpintería elemental, preparación de pieles, artefactos de pesca y labores de cuerda, incluso una imitación de explotación carbonífera. Las colecciones filatélicas y de dibujos estaban agrupadas. La mayoría de las naciones presentaron sus instalaciones especializadas en pleno funcionamiento, es decir, provistas de muchachos que allí mismo confeccionaban los objetos.

Tuvo lugar el desarrollo en Olympia de “El génesis del Escultismo”, espectáculo escrito por Baden Powell y que relataba la historia del capitán navegante John Smyth en Virginia y de la princesa Pocahontas.
Dentro de las salas había un número de exhibiciones especiales, siendo de entre todas la más representativa y atrayente la sección de trabajos de madera la cual estaba representada por la Sección de Gilwell Park y su escuela de rastreo. El artículo más popular era la “Insignia de Rastreo”; cada día se planteaba una historia a los “Sherlock Holmes” del Movimiento Scout; atraía particularmente a los más pequeños muchachos que se pasaban largo rato hablando de las pistas y los rastreos.

1920-wj1-grand-howl
Hubo también quien participó en el Jamboree de una manera muy especial, así, en el Zoo instalado en Olympia se podía observar un caimán traído de Florida, hasta una cría de elefante, pasando por monos y demás animales pequeños y aves.
El primero de agosto el subcampo de Richmond se inundó, la marea del Támesis dejó medio campamento embarrado y en precarias condiciones, pronto, las autoridades y habitantes del lugar se movilizaron y en poco tiempo los scouts fueron alojados en escuelas y casas particulares.

Durante el Jamboree tuvo lugar la Primera Conferencia Internacional cuyo resultado práctico no llegó a cristalizar en acuerdos muy concretos. Aunque se apreciaron orientaciones claramente definidas en el sentido de unificar la asociación dentro del credo escultista de Baden Powell. Se realizaron los deseos de crear un Comité Internacional permanente para que éste inspeccionara el desarrollo escultista en todas las naciones y dirigiera las cuestiones generales con la superior autoridad que su composición le prestaba; la creación de una carta de identidad que sirviese a todo boy scout para obtener el amparo de sus camaradas, sea cualquiera el país donde se encuentre; la adopción de una sóla insignia universal; la celebración periódica de congresos internacionales de información mundial escultista; la implantación de una oficina encargada de proporcionar elementos de orientación e interpretación de métodos y procedimientos y otros tantos acuerdos fueron aprobados en esta Conferencia.
El día 6 de agosto de 1920, Baden Powell es aclamado en Olympia, entre todas las naciones allí presentes y ante miles de muchachos como Jefe Scout del Mundo: “Que ésta sea vuestra voluntad. Antes de partir, nosotros estamos dispuestos a desarrollar entre nosotros mismos y nuestros muchachos esta camaradería, a través del espíritu mundial de la Fraternidad Scout, a fin de que podamos ayudar a llevar la paz, el buen humor en el mundo y la buena voluntad entre los hombres”.

1920-wj1-scouts-of-many-lands.psd

Él aceptó un título que ningún Rey o Gobierno podía conferir; y de todos los honores que le llovían, éste era para él el más preciado.
De esta manera, entre palabras que recordaban un mundo entero de bullicio, un gran tumulto de voces jóvenes de casi todos los países del globo, concluyó el primero de los Jamborees mundiales.
Reflexionando sobre el Jamboree, Baden Powell escribió:
“No puede haberse encontrado nadie entre nosotros bajo aquella gran carpa que no asintiera que aquí en estos tiempos de ansiedad y duda se desplegara un proyecto lleno de promesas y de esperanzas, donde hombres y futuros hombres de todas las naciones se reunieran como hermanos en mutua y feliz camaradería bajo un ideal común para el bienestar del mundo”.
No hubo insignia oficial para el Jamboree de Londres. Tradicionalmente se le representa por la silueta de Olympia, la pista cubierta donde las actividades tuvieron lugar.

1920-wj1-proclaimed-chief.psd

Deja una respuesta